PHOSKITOS SIN GLUTEN (Brazo sin gluten con chocolate)
40+20+20 Minutos | 8-10 Phoskitos | Fácil
Descubre como preparara unos riquísimos PHOSKITOS SIN GLUTEN, los bocados de brazo o pionono sin gluten, cubiertos de chocolate más ricos del mundo mundial. Los Phoskitos sin gluten caseros son más fáciles de preparar de lo que piensas, ¡y están buenísimos!
Hoy quiero compartir con vosotros mi receta de Phoskitos sin gluten. Unos dulces que muchos recordamos de nuestra infancia. Se trata de porciones de brazo, o pionono sin gluten, rellenas de crema de leche y cubiertas de chocolate.
Ya sabeis que soy una apasionada de los dulces tradicionales, como estas orejas u hojuelas sin gluten, estas rosquillas de anís sin gluten, o estos bollos suizos sin gluten.
Pero hay otros dulces, que sin ser “populares”, si no dulces comerciales, nos han acompañado a muchos en nuestra infancia o la de nuestros hijos.
Como estos Kinder Sandwich sin gluten, o estos Doowap sin gluten. Con lo que han pasado de algún modo a pertenecer a la memoria popular.
Y yo estoy dispuesta a desglutinizarlos todos.
Mi receta de Phoskitos sin gluten
La receta de partida es la de mi brazo o pinono sin gluten, a la que he añadido el relleno y la cobertura de chocolate.
Si bien con la textura estoy más que contenta, tengo que decir que el sabor es lo más difícil de conseguir, ya que en la lista de ingredientes de los Phoskitos industriales no figura mas que “aromas”.
Y aunque no se me da mal deducir los “aromas” que lleva una receta al probarla, hace más de 25 años que no me como un Phoskito original.
Así que me he decidido a usar vainilla, tal como hacen las recetas con gluten que he usado como referencia. Aporta una sabor muy rico, que al final es lo importante. Y está al alcance de cualquiera.
Pero una dificultad añadida es que tanto el tipo de chocolate como de vainilla empleados influyen en el sabor final…
Así que tengo que admitir que puede que eches en falta el sabor exacto que recuerdas. Pero estos Phoskitos sin gluten están tan ricos, que no le darás tanta importancia.
En ocasiones me preguntáis si se puede preparar el bizcocho sin azúcar. Yo personalmente no lo he hecho nunca y es cierto que el azúcar ayuda a estabilizar la claras. Algo importante ya que el bizcocho no lleva polovo de hornear (“levadura” química o Royal).
Pero he investigado, y existen recetas de brazo o pionono sin azúcar (con gluten, eso sí) que emplean también bizcocho genovés como base sin problema. Así que pienso que sí funcionará. Emplea el endulzante que suelas emplear.
Cómo preparar estos Phoskitos sin gluten
Ingredientes
Para 8-10 Phoskitos
Para el bizcocho (Molde de 25 x 42 cm):
4 huevos
100 g de harina de arroz o almidón de maíz
100 g de azúcar
Para la crema:
300 ml de nata líquida
25 g de azúcar
Esencia de vainilla o azúcar vainillado
Para la cobertura:
350 g de chocolate para cobertura
mantequilla o aceite suave
PASOS A SEGUIR
Separa las claras de las yemas y colócalas por separado en recipientes en los que puedas batir con varillas.
Bate las yemas con la mitad del azúcar que lleva el bizcocho, hasta que tripliquen su tamaño y se vuelvan blanquecinas.
Monta las claras añadiéndo el resto del azúcar poco a poco. Deben quedar densas, blancas y brillantes, pero sin alcanzar el punto de nieve firme, o te costará después integrarlas.
Tamiza la harina o el almidón sobre la mezcla de yemas y mezcla con movimientos envolventes.
NOTA: Si lo prefieres puedes emplear mitad y mitad de harina de arroz y de almidón de maíz. El bizcocho queda más esponjoso que con harina de arroz sola, pero se seca menos que usando sólo almidón.
Ahora añade un par de cucharadas de las claras y mezcla bien, se trata de hacer la mezcla más fluída. Mezcla bien y asegúrate de que no queda mezcla de yemas pegada en el fondo.
Continúa añadiendo las claras poco a poco y mezclándolas con movimientos envolventes para no bajarlas.
Cubre un molde de horno (el mío tiene 25 x 42 centímetros) con papel de hornear y engrásalo. Vierte la mezcla y extiende con ayuda de una espátula tratando de dejarlo lo mejor repartido posible.
Calienta el horno a 175ºC y cuando esté bien caliente introduce la bandeja a altura media. Hornea 17 o 18 minutos con calor arriba ya abajo. El bizcocho adquirirá un ligero color dorado. No intentes dorar más o quedará seco y se romperá al enrollarlo.
Saca del horno y deja enfriar sobre una rejilla para que escape la humedad también por abajo.
NOTA: El bizcocho es muy tierno, no hay necesidad de enrollarlo en caliente.
Cuando esté frio, cubre con otro pliego de papel de horno, vuelve con cuidado y despega el primer pliego de papel. Vuelve de nuevo, retira el papel de horno de la parte superior y guárdalo para colocar los bollitos después.
Monta la nata con el azúcar y la esencia de vainilla, o el azúcar vainillado suficientes para 300 ml de nata. Monta hasta que la nata quede muy firme y casi empiece a mantecar, es decir, más de lo que harías normalmente.
Extiende sobre la superficie del bizcocho procurando repartirla lo mejor posible.
Enrolla el bizcocho con ayuda del papel de hornear. Puedes hacerlo por el lado corto o el largo dependiendo de como de gruesos quieras los Phoskitos. Hazlo sin aplastar pero con firmeza para que no quede aire en el interior.
Enrolla el papel de horno firmemente, coloca la abertura del bizcocho hacia abajo y refrigera al menos 1 hora. Puedes incluso dejar reposar de 1 día para otro.
Una vez que haya reposado derrite el chocolate a baja temperatura. Si es necesario añade un poco de aceite o mantequilla para hacerlo más fluído. No doy una cantidad exacta ya que depende de la marca.
NOTA: Si el chocolate queda bastante fluído cunde más, y es más fácil de extender, pero el recubrimiento queda más fino ya que el chocolate escurre. Si quieres que quede más grueso, no lo hagas excesivamente fluído.
Corta el bizcocho en rodajas de unos 2 o 3 centímetros de ancho. Ve sumergiéndolas en el chocolate. Moja una cara y con ayuda de dos tenedores dales la vuelta, escurre y coloca sobre una tabla que habrás cubierto con el papel de horno que habías guardado del paso anterior.
Guarda en frío para que el chocolate solidifique y ya están listos para disfrutar. ¡Buen provecho!