Cómo hacer harina y almidón de yuca en casa
Por más que buscas, no encuentras almidón ni harina de yuca certificados sin gluten. O los encuentras, pero tú lo que quieres es preparar tus propias harinas. ¡Pues sigue leyendo!
Yuca, casava, mandioca, tapioca… todas estas palabras hacen referencia a lo mismo. Una raiz rica en almidones originaria del área tropical de América.
Posiblemente has leído mi artículo ¿Sabes por qué deberías comer yuca?, y te has quedado maravillado con este alimento sin gluten. O mejor aún, tras ver estos wraps sin gluten de yuca que te presentába hace unas semanas, no puedes esperar a probarlos.
Pues hoy te muestro una forma muy sencilla de obtener almidón y harina sin gluten a partir de su raíz.
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Almidón y harina de yuca
Es importante no confundir harina con almidón. El almidón es el hidrato de carbono de reserva de la mayoría de vegetales. En el caso de la raíz de yuca, se obtiene como veremos, extrayendo todo el jugo, y dejando que «sedimente» la parte sólida. El harina es, en cambio, el polvo que se obtiene moliendo la pulpa seca de la raíz de la yuca.
Ambos tienen usos diferentes. El almidón de yuca lo encontrarás presente en innumerables recetas de panes, dulces… Con él puedes preparar estas fantásticas perlas para bubble tea.
La harina de yuca la podrás emplear igualmente en recetas de pan, en estupendos postres asiáticos…
No olvides que tienes acceso a toda la información GLUTENDENCE sobre la yuca simplemente pinchando aquí. O introduciendo la palabra «yuca» en el buscador.
Pero, ¡pasemos a la acción! Sólo necesitas raíces de yuca, agua, un paño limpio, un colador grande, y batidora de vaso, o rallador y batidora de mano.
Cómo preparar harina y almidón de yuca caseros
En el siguiente vídeo ves la forma de hacerlos. O si lo prefieres, sigue leyendo:
qué necesitas
Una o varias raices de yuca
Agua
procesa la yuca
Pela la yuca. Para que te sea más fácil, córtala en 3 o 4 trozos. Consejo: para que no te cortes, ya que la piel es algo dura, utiliza una tabla y pela con el filo del cuchillo hacia la tabla.
Corta cada trozo por la mitad y quita la hebra dura central.
Para que sea más fácil triturar la yuca, rállala o córtala en trozos pequeños.
En un recipiente grande añade los trozos de yuca y el agua. Por cada 100 gramos de yuca calcula 150 gramos de agua. Para que sea más fácil triturar, añade el agua en dos tandas. El mismo peso de agua que de yuca al principio, y cuando no haya más trozos grandes, el resto.
Tritura la yuca con el agua hasta que los trozos sean suficientemente pequeños. Si usas una batidora de vaso puede que tengas que triturar en varias tandas. Y si usas una batidora de mano, tritura en intervalos para no calentar excesivamente el motor.
Ahora filtramos la mezcla obtenida. Vierte la mezcla en un recipiente grande a través de un trapo fino. Si tienes un colador grande, coloca el trapo en él para que te sea más fácil verterla. Si estás usando varias raices de yuca, realiza este proceso en varias tandas.
Aprieta bien el paño hasta que extraigas todo el jugo. Tómate tu tiempo. Cuanto más agua extraigas, más almidón tendrás, y menos tardarás en secar la harina.
Prepara el almidón de yuca casero
Dejámos reposar el agua al menos 5 horas sin moverla, hasta que todo el almidón de haya depositado en el fondo.
Cuando el almidón se haya depositado en el fondo, retiramos el agua con un cazo de servir. Deja secar el almidón al menos 8 horas.
Una vez seco, desmenúzalo con ayuda de un tenedor, y tamízalo con un colador fino. ¡y ya está! ¡Ahí tienes tu almidón de yuca casero!
Prepara la harina de yuca casera
Mientras que el almidón se deposita en el fondo, vamos preparando nuestra harina. (Nota: si prefieres copos, en lugar de harina, no necesitas secarlos. Puedes usar directamente, o congelar hasta el momento de consumir. Eso si, ¡nunca crudos!¡siempre cocinados!).
Pasamos la pulpa que ha quedado en el paño a una bandeja de horno cubierta con papel de hornear.
Desmenuzamos todo lo posible y extendemos bien en la bandeja. Introducimos en en horno a 50ºC durante 15-20 minutos. Apagamos y dejámos dentro del horno otros 30, para aprovechar el calor residual. Sacamos del horno, volvemos a demenuzar la harina y repetimos. Es decir, secamos otros 15-20 minutos a 50ºC. Apagamos y dejamos dentro hasta que el horno esté totalmente frío.
Esperamos hasta que el harina esté lo más seca posible. Si es hasta el día siguiente aún mejor. Con ayuda de un robot de cocina, o un molinillo de café, vamos moliendo en tandas.
Pasa el harina molida por un colador, y muele otra vez la parte que no lo atraviese.
Descarta las hebras que puedan quedar en la mezcla, y ¡listo! Aquí tienes tu harina de yuca.
Consejo de conservación
Si no vas a usar de inmediato, guarda en un frasco preferiblemente de cristal, que mantendrás abierto los primeros días para que escape la humedad que pudieran tener aún.
En la región de la Chinantla situada en el estado de Oaxaca también hacemos tortillas de yuca. Y el proceso es casi lo mismo; se muele la yuca y posteriormente se exprime con un paño Hasta tenés una consistencia igual a la masa de maíz para luego hacer las tortillas. Saludos.cuando gusten visitarnos con gusto le mostramos el proceso
hola, mi pregunta es ¿la yuca contiene gluten?